De vuelta de vacaciones y al mundo real (que diría alguno de mis compañeros), me enfrento a las novedades en la primera página del periodico. Entonces, muchas veces me viene a la memoria la palabra prudencia en estos últimos días. De la que adolecen algunos en su comunicación y de la que otros atesoran hasta morderse los labios (y ya sabemos lo que pasa entonces). Y de la palabra prudencia paso a la palabra confianza. De la que su abuso produce situaciones inverosimiles hasta gastarla y que no valga nada, ni para moneda de cambio y ya no te digo para el trueque. También me viene a la mente, la palabra coherencia. De la que echo a faltar a borbotones y ya no hablemos de criterio. De tan ausente que ni estuvo. Y no me puedo olvidar de la profesionalidad y el esfuerzo. Que de tanto llamarlos al viento, ni el eco responde. Y ¿qué me decís de los conocimientos? que de bases tan débiles se los lleva el viento.
Y podría continuar: planificación, previsión, consistencia, sostenibilidad, formas y contenido,… parece que pidiera la carta a los reyes magos.
Pongamos que hablo de (que cada uno escriba lo que quiera en este espacio, pero no será por opciones). A mi me parece esto más a una gran broma cósmica y en el eufemismo me quedo.
Es el pan nuestro de cada dia lamentablemente. Lamentable por que se da y por que va a mas… Mas informacion no es sinonimo de calidad de informacion… Y pensar que hay muchos que se dan por bien informados…
El problema es que el derecho a la información debería considerarse tambien como un deber. Deber de informar de forma veraz y con calidad.
Más que una carta a los Reyes Magos parece una declaración de los valores que deben regir el camino de un profesional / emprendedor. Me los apunto todos para que no se me olviden. Y si algún día se me olvida alguno espero que alguien que me quiera me los recuerde.
Gracias