BIMM

A la sombra de las reflexiones sobre BI Governance con las que nos ilustra Jorge en su blog Sistemas decisionales, uno puede preguntarse sobre la madurez de BI en el seno de nuestra organización (lo que denominariamos Business Intelligence Maturity Model – BIMM). Traducción: una manera humilde de clasificar nuestra organización desde el punto de vista del grado de madurez de implantación de sistemas Business Intelligence en la misma (y como dirían un poco desde el punto de COBIT).

  • Fase 1: No existe BI. Los datos se hallan en los sistemas OLTP, desperdigados en otros soportes o incluso sólo contenidos en el know-how. Las decisiones se basan en la intuición, la experiencia, pero no en datos consistentes. El uso de datos corporativos en la toma de decisiones no ha sido detectado y tampoco el uso de una herramienta adecuada al hecho.
  • Fase 2: No existe BI, pero los datos son accesibles. No existe un procesado formal de los datos para la toma de decisiones, aunque algunos usuarios tienen acceso a información de calidad y son capaces de justificar decisiones con dicha información. Frecuentemente, este proceso se realiza mediante Excel o algún tipo de reporting. Se intuye que deben exsitir soluciones para mejorar este proceso pero se desconoce la existencia del Business Intelligence.
  • Fase 3: Aparición de procesos formales de toma de decisiones basada en datos. Se establece un equipo que controla los datos y que permite hacer informes contra los mismos que permiten tomar decisiones fundamentadas. Los datos son extraidos directamente de los sistemas transacionales sin data cleasing, ni modelización ni existe un data warehouse.
  • Fase 4: Data warehouse. El impacto negativo contra los sistemas OLTP lleva a la conclusión de que un repositorio de datos es necesario para la organización. Se percibe el data warehouse como un saolución deseada. El reporting sigue siendo personal.
  • Fase 5. Data Warehouse crece y el reporting se formaliza. El data warehouse funciona y se desea que todos se beneficien del mismo, de forma que el reporting corporativo se formaliza. Se habla de OLAP, pero sólo algunos identifican realmente sus beneficios.
  • Fase 6: Despliegue de OLAP. Después de cierto tiempo, ni el reporting ni la forma de acceso al data warehouse es satisfactoria para responder a preguntas sofísticadas. OLAP se despliega para dichos perfiles. Las decisiones empiezan a impactar de forma significativa en los procesos de negocio a lo largo de la organización.
  • Fase 7: Business Intelligence se formaliza. Aparecen la necesidad de implantar otros procesos de inteligencia de negocio como Data Mining, Balanced ScoreCard,… y procesos de calidad de datos impactan en procesos como CRM, SCM,… Se ha establecido una cultura corporativa que entiende claramente entre sistemas OLTP y DSS (Decission Support Systems).

Esta claro que queda mucho por reflexionar. Incluso si somos capaces de determinar dónde estamos. Aunque ahora uno se pregunta qué necesitamos alcanzar el siguiente nivel dónde nos encontramos. Está claro good practices. Pero,… ¿son suficiente COBIT, ITIL, VALIT o es necesario un framework específico como el que postula Jorge?

0 respuestas a «BIMM»

  1. Muy interesante, y efectivamente esa es la evolución de los sistemas BI que he visto más de cerca. Únicamente añadiría una fase intermedia donde se intenta crear un CM para la dirección, sin un DWH previo, sin un reporting formalizado, sin una suficiente calidad de datos, sin cultura BI en los niveles intermedios… y que termina en estrepitoso fracaso…

    Y es que tampoco las construicciones BI deben comenzar por el tejado…

    Por cierto, os piso formalmente a los académicos de que dejéis de inventar siglas… ¿BIMM? ¡Anda ya! 🙂

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