Branding, memes, blogs y la organización (1 de 2)

No todo el mundo trabaja en una organización que haya alcanzado la categoría de popular. Ese olimpo reservado a unos pocos cientos de empresas alrededor del mundo. De esas que cuando las nombras, todo el mundo se queda mirándote en silencio. Y que todo el mundo conoce. Y que la gran mayoría podría enumerar alguno de los conceptos básicos de la misma.De modo que, cuando se quiere conocer una cierta organización, la práctica más habitual en la actualidad es dirigirse a un buscador (es probable que la mayoría se pusiera a googlear (creo que es la primera vez que uso el término en un escrito), otros se dirigirían a la wikipedia y los últimos, quizá, se fueran a buscar por technorati a ver que nos cuentan a través de la blogesfera) y a través de su ayuda encontrar la página web de la organización y algún blog famoso (o famosete) en que se comente alguna cosa interesante.Internet, la llamada red de redes, es un escaparate de presentación para cualquier modelo de negocio y cualquier idea (efecto parecido está sucediendo en Second Life que también se está convirtiendo en un escaparate (incluso parece que Apple va abrir una tienda virtual). Es probable que la proximidad con la vida real (y al mismo tiempo el marcado abismo con los pequeños detalles problemáticos de vivir) de este mundo virtual haya hecho posible la reproducción del fenómeno. Aunque, me es difícil de imaginar que se reproduzca en otros mundos virtuales persistentes como World Of Warcraft o StarWars: Empire at War porqué la temática de los mismos que se aleja profundamente de lo real (aunque pueda ganarse dinero de otros modos).Ya sabemos que no es suficiente con estar, nuestros clientes deben ser capaces de encontrarnos. Y eso, no nos engañemos, es harina de otro costal y no vamos a entrar en detalles sobre el posicionamiento de empresas en la red de redes. Aunque haya empresas que consigan vender humo y hacerlo muy bien.Supongamos que, de alguna manera, hemos encontrado la organización durante nuestra búsqueda. Supongamos que la página web de la misma es realmente como el escaparate de aquella tienda que nos paramos a mirar en un centro comercial. Como Julen podemos pensar en el símil de encontrarse con una estructura conocida. Con patrones de que nos permitan comprender con facilidad lo que hallamos, para clasificar de forma determinista nuestro contexto. Necesitamos el orden. Como navegantes apreciaremos la estética, la usabilidad del sitio. Pero, en este caso, aparte del envoltorio, debe haber contenido. De las formas no se vive. Del producto sin envoltorio tampoco.¿Qué me gustaría encontrarme? A parte del modelo de negocio y sus productos derivados del mismo, personalmente espero encontrar la visión, la misión y la cultura de la organización. Quiero conocer la empresa. Determinar si sus valores en cierta medida estan alineados con los mios. La gran mayoría de veces, la lectura de esos conceptos o es una copia exacta de en miles de sitios o, en el peor de los casos, es un galimatías tan initeligible que más que permitirte acercarte a las motivaciones de la organización te deja completamente sumido en un caos mental. Es entonces cuando pienso en que en muchos aspectos se debería aplicar KISS (Keep It Simple, Stupid) (y eso no significa necesariamente que se tenga que decir, estamos en esto por dinero como piensan algunos). Pero cuando nos presentamos al mundo debe ser de la forma más clara.Pero claro, la confusión no sólo se da desde fuera sino desde dentro. Y eso es lo peor. Cada empleado en una organización es una embajador de la misma. El publicista perfecto. El del boca a boca. El que puede afectar a la long tail. Pero frecuentemente se olvida el detalle de cómo debe transmitirse esa información. ¿Cómo explicar qué es, a qué se dedica, a dónde pretende llegar la organización? ¿Cómo generar ese branding tan y tan necesario? ¿Qué medidas se estan tomando? ¿Se tienen en cuenta los nuevos medios? ¿Hay blogs en la empresa?Para la segunda parte intentaremos hablar de todos esos aspectos: branding, memes, blogs y organizaciones como reza el título y relacionandolo con lo que contamos.

Entropía, sistemas emergentes y organizaciones

Algunos conceptos e ideas se conforman para influir en el devenir de las cosas y en su comprensión de tal manera que en el momento en que se incorporan las piezas del puzzle empiezan a encajar (aunque no se posean todas ellas). Esa categoría de conceptos se halla presente en diversas áreas del conocimiento e impacta en el prisma que conforma la visión de las mismas para convertirse en una de las múltiples facetas.

Sobre la entropía

El concepto de entropía proviene originariamente de la termodinámica que es la rama de la física que estudia fenómenos en los que interviene el calor. Uno de los posibles enunciados de la Segunda Ley de la Termodinámica (enunciada por S. Carnot en 1824) involucra la entropía:

«La evolución espontánea de un sistema aislado se traduce siempre en un aumento de su entropía«

y la entropía puede entenderse de forma general como una magnitud que identifica la cantidad de desorden dentro de un sistema físico (si queremos ser más precisos: mide la cantidad de energía de un sistema físico que no puede utilizarse para realizar trabajo mecánico) . Por lo tanto, la segunda ley de la termodinámica dice que los sistemas aislados tienden al desorden. Desde este punto de vista, la existencia de vida puede considerarse como una singularidad en la entropía (un evento de entropía decreciente) y como resultado de un sistema emergente (para saber más leer a Steven Berlin Johnson).

Basándose en el concepto procedente de la termodinámica y la mecánica estadística, Claude Shannon introdujo la entropía en la teoria de la comunicación o de la información que había desarrollado en 1948. El concepto adquiere entonces el significado de número que mide la incertidumbre de un mensaje. Por lo tanto, la entropía es nula cuando la certeza es absoluta.

Sobre sistemas emergentes

Los sistemas emergentes son sistemas complejos de adaptación que despliegan comportamientos emergentes (de macroconducta observable). En estos sistemas, los agentes que residen en una escala comienzan a producir comportamientos que yacen en una escala superior a la suya: las hormigas crean colonias, los habitantes de una ciudad crean barrios, un software de reconocimiento de patrón simple aprende a recomendar libros, las células se unen formando organismos. La evolución de reglas simples a complejas es lo que llamamos “emergencia”.

En las organizaciones…

Cuando añadimos información a un objeto físico lo que estamos haciendo es ordenar de una forma determinada los elementos que componen el sistema de ese objeto. Por ejemplo, consideremos un producto de nuestra fábrica. Para este objeto recopilamos las características físicas del mismo (material, forma, tamaño, color,…) y las características propias de su diseño y fabricación (documentación, versionado, iteración, autor, workflow,…), es decir, estamos ordenando el objeto a través de su información tecnológica. Cualquier cambio aleatorio en las mismas provoca una pérdida de orden, un aumento de la entropía.  La misma idea se puede aplicar a las informaciones de tipo conocimiento o de tipo logístico. Información sobre datos.

Una organización puede considerarse como un sistema en que la se genera información a partir de datos. Cuando la empresa alcanza un nivel crítico los niveles de datos e información del mismo han crecido de forma exponencial y tienden a la desorganización (pérdida de datos, lenta localización de los mismos, aumentos de los gastos en recursos, pérdida de capacidad de reacción frente a los cambios del mercado).

Por lo tanto, nos encontramos en la situación anterior. Como todos los sistemas, se presenta una tendencia al aumento de la entropía. Por lo tanto, es necesario mecanismos para reducir la entropía. Es cuando entra en juego, la gestión de la información a través de herramientas. Una forma de entender las herramientas de gestión de la informactión es como agentes cuyo objetivo es frenar o disminuir la entropía inhenrente a las organizaciones. Con lo que se añade energía al sistema para corregir el desorden. Es una forma casi poética de ver las cosas.

Sin embargo, lo que es cierto es que tener sistemas de información en una organización no se traduce necesariamente como una disminución de la entropía o una mejora en la eficiencia de la actuación de la organización. Dada su naturaleza como sistema complejo formado por una estructura jerarquizada, frecuentemente los posibles modelos de negocio eficientes o las experiencias enriquecedoras no emergen desde la base (tal y como comenta Laura), la comunicación no funciona o no es posible involucrar a la base con la visión, misión y cultura de la organización. Entonces, el sistema está condenado al fracaso y al no uso y en esa situación, provoca el efecto contrario al deseado.

Es posible que se necesite analizar si en nuevos modelos de negocio hay cabida para los sistemas emergentes. Si en algún momento, las fuerzas ascendentes y no descendentes sean las que apunten la dirección estratégica.

Y me pregunto, ¿es posible? ¿es deseable?