Yo no era aficionado a fórmula uno. Para nada. Realmente me preguntaba qué encontraba la gente a mirar aquellos coches que daban vueltas y más vueltas. Hasta que tuve un compañero de piso durante la época universitaria (del que guardo gratos recuerdos) que era fanático de Schumacher. Y gracias a él descubrí la pasión por este deporte. Es que ver a Schumacher correr no le deja a nadie frio. Pero no nos engañemos, toda esa pasión se incrementó al aparecer en primera fila Fernando Alonso. He disfrutado mucho los últimos años con Fernando y Michael. Así como con Kimi o Montoya.
Desgraciadamente este año ando mosqueado. Acabo de ver las carreras y me suele quedar un mal sabor de boca. Y no es por el aperitivo. Parece que los poderes fácticos han designado a un campeón por decreto. Un piloto que haga lo que haga, pase lo que le pase, es de azúcar. Como cuando jugábamos al escondite de pequeños y siempre había alguno que, por alguna razón, decía: yo soy de azúcar. Pero cuando ya lo habías pillado. Así no señores. Así no. Si el chaval es bueno (que lo es y así lo ha demostrado en alguna carrera), debe ganar sin esas ayuditas que van a hacer que el público se canse de ver un teatro de marionetas chinas. No se si Eccleston se ha enterado pero lo que quiere todo el mundo se parece al circo romano. Quieren ver la lucha en la pista y no a su alrededor.
Suerte que las benévolas han querido poner las cosas en su sitio. Y hemos llegado a la última carrera del mundial con nada decidido. Aún puede perder Hamilton. Aún puede ganar Alonso e incluso Räikkönen tiene oportunidades. Espero disfrutar de la última carrera de esta temporada.
Suerte que tenemos a briatore que alegra las carreras.
Es un placer que me cites en tu blog. Espero que con la ayuda de todos, vaya saliendo cada vez mejor y estemos más puestos en la fórmula 1 que cualquier medio de comunicación y con la personal visión de cada uno.
Gracias!
Fla