Ahora que ya han pasado bastantes días, y a modo pendiente, hablo de la última carrera del mundial de fórmula 1 de este año. Como las anteriores en la recta final del campeonato, fue simplemente emocionante. El hecho que no haya existido un piloto que despunte sobremanera por encima de los demás (por diversos motivos que todos tenemos presentes: pilotos normales en grandes coches, pilotos desmotivados en grandes coches, pilotos grandes en coches mediocres, una temporada plagada de inclemencias,…) ha conducido que tanto el primer clasificado como el segundo tuvieran oportunidades en la última carrera. Y existieran muchos pilotos con la oportunidad de convertirse en juez y verdugo.
En un final apretado en el que, en extremis, ganó Lewis (cuando todo el mundo ya pensaba que había perdido). Siempre quedará en duda la profesionalidad de Glock, siempre quedará en duda si realmente Lewis es ese grandísimo piloto que han vendido los dos últimos años los medios. Sí, es cierto que realiza grandes carreras (y Massa a veces también) y hay veces que comete errores monumentales (y Massa también).
Bueno, es una pena que ahora tengamos de esperarnos tantos meses hasta el inicio del siguiente campeonato. Espero que siga la tónica de emoción (no sé, me da que sí, con los cambios que se introducen a nivel mecánico, com el kers…).
Nada a esperar toca. Y a seguir las novedades vía Quiero Briatore.